Por cierto, nuestra equipación era del Alcobendas |
Normalmente los humanos suelen clonarnos, os he dado sobrados ejemplos en mi diario días atrás. Sin embargo, he de admitir que en esta ocasión las galletas hemos emulado a los primeros. Uno de los hijos de la casa, un tal Fonsi, no habla de otra cosa que no sea rugby y cuando vienen a casa sus amigos humanos, el tema “rugby” se multiplica durante horas. Así que, versadas durante tanto tiempo en este deporte, ¡hemos decidido ponernos bucales, tacos y algunas, casco, y con un polvorón que ha hecho a la sazón de balón, hemos chocado unas contra otras, la melé, la touche, placado y ensayado! Claro que ha habido alguna lesión, pero nada que no se arregle con un poco de mantequilla aquí, un pegotillo de miel allá, ¡cosas del rugby!
Estoy enganchada a vuestro diario desde que nos conocimos en Madrid y ja tenía ganas de leer otro capítulo. Me encantan estas galletitas, parecen clones pero no lo son, se les ve que cada una tiene su personalidad. Estoy segura en Alcobendas las habrán sabido apreciar.
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