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jueves, 1 de diciembre de 2011

DÍA 13 - Clara, o de como un dulce se transformó en galleta

Hoy os voy a contar un  cuento que solemos narrar a nuestras pequeñas galletas neófitas, sobre el destino que algunas afortunadas de nosotras tenemos. 
Había una vez una niña llamada Clara tan dulce, tan dulce, tan dulce, que todo aquel que la miraba, tocaba o trataba tenía la sensación de verse envuelto en una agradable sensación de azúcar, miel y vainilla. Pero como sabemos, gran parte de la dulzura de aquellos niños bendecidos con este grato don se va disipando a medida que crecen... ¡En ocasiones se puede llegar a perder por completo la dulzura sin remedio alguno para recuperarla! Los padres de la niña consultaron a médicos, filósofos, historiadores para saber qué podían hacer por conservar intacta la dulzura de Clara, más ninguno de los consultados conocía la receta que garantizara aquello. 
Cuando ya estaban resignados a que su dulce niña perdiera el don, encontraron en la biblioteca del pueblo un raro manuscrito, único en el mundo, titulado " Hechicería en la pastelería"; entonces con gran emoción descubrieron que podía invocarse al Hada Edulcorada y pedirle un deseo. Leyeron que tan sólo había que cumplir 2 condiciones; la primera que el ser para quien se solicitaba el deseo fuera  absolutamente dulce ( y la niña lo era) y la segunda, que debía concederse al hada el capricho que ésta manifestara en el momento de su aparición; si bien, en el libro se reseñaba que no solían ser caprichos excesivos o imposibles. Así pues, los padres invocaron al Hada conn un conjuro que ahí se citaba, y al instante ésta apareció envuelta en una nube de algodón de azúcar rosa e impregnando el ambiente de canela, vainilla y esencia de melocotón. Cuando los padres la pidieron el deseo de la dulzura eterna para su hija, el hada no halló inconveniente, pues inmediatamente supo que aquella era "absolutamente dulce". Así pues, les pidió a cambio el capricho que tenía en aquel momento, que no era sino tener la camiseta del Atlético de Madrid, con tal feliz coincidencia de que el padre de la niña ¡era del Atlétic! Así que, no sólo le dió la camiseta, sino un balón firmado y un banderín. El Hada Edulcorada, en agradecimiento, no sólo concedió a Clara la dulzura eterna, sino que para que nadie olvidara aquel día, galletizó  a la niña y la introdujo en una urnita de cristal para que a través de las generaciones perdurara aquel ejemplo de dulzura.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Día 12 - RAJOYETA VS RUBALCUQUI



Rubalcuqui



Rajoyeta
Estos días el cajón anda agitado. Ha llegado a nuestros oídos que la lider italiana de las galletas, una tal Berlusbiscotti ha dimitido... ¡Malos tiempos para gobernar en cualquier sitio con esta crisis económica! Y esta noticia se conoce en plena campaña galletil, donde las latas de galletas, la de la
derecha capitaneada por una tal Rajoyeta y la de la izquierda, con una tal Rubalcuqui al frente, tratan de hacerse con el gobierno del cajón. Dentro de unos días opinaremos todos los integrantes de nuestra pequeña comunidad: desde los sobaos pasiegos de toda la vida hasta los alternativos muffins, pasando por galletas de mantequilla, de jengibre, las siempre clásicas rosquillas.... al amanecer cada uno aportará su miga ( y no es una metafórica manera de expresarme, a falta de otro material, nos arrancamos una pequeña miga) y tras el escrutinio de migajas posterior,  se sabrá quien gobernará el cajón durante otra larga temporada. Yo nunca he dejado de     arrancarme la miga en cada comicio galletil, pero reconozco que últimamente los candidatos me parecen
bastante semejantes y afines entre sí, estas galletas políticas se mimetizan unas con otras y cuesta cada vez más diferenciar las cualidades que pretenden vendernos a las galletas de a pié.... ¿estaré perdiendo la fe porque me hago galleta vieja y rancia o simplemente es fruto de la decepción por la clase política galletil?

Los candidatos antes del debate en el cajón

lunes, 7 de noviembre de 2011

Día 11 - ¡Nos vamos de boda!


Por aquí hay hoy mucho movimiento. Si fuesen como yo, una galleta con clase por naturaleza, no se andarían con tanto agobio. Que si me rizas la glasa, que estírate bien el fondant, que si me planchas bien la masa de la falda…Yo, tipo impecable donde los haya, siempre estoy a punto con mi corbata sutilmente ladeada (ya sabes, look elegante pero informal), gafas de modernete y, claro está, bien repeinado (ahí reconozco que hicieron un buen trabajo con la manga y no se me mueve ni un pelo). Pero, a lo que íbamos, los protagonistas, esas dos galletas tanto tiempo enamoradas en la lata, por fin se casan. Les ha costado, sí; que si el precio de la lata está por las nubes, que si vamos a esperar a tener estabilidad en la lata de labores, que no están los tiempos para arriesgarse…pero, como tengo comprobado, el amor puede con todo. Así que aquí estamos todas las galletas esperando a lanzar el tradicional azucar glass sobre sus cabezas en cuanto salgan los recién casados. ¡Vivan los novios!.
Foto de familia: de derecha a izquierda, la novia, el padre y padrino, el novio -un chico de buena familia de galletas-y los testigos, el primo díscolo ( le llaman Guti),el hermano que estudia en una lata en Harvard,el primo Santi, y Boris, su mejor amigo, procedente de una lata de galletas búlgaras.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día 10 - rugby


Por cierto, nuestra equipación era del Alcobendas
Normalmente los humanos suelen clonarnos, os he dado sobrados ejemplos en mi diario días atrás. Sin embargo, he de admitir que en esta ocasión las galletas hemos emulado a los primeros. Uno de los hijos de la casa, un tal Fonsi, no habla de otra cosa que no sea rugby y cuando vienen a casa sus amigos humanos, el tema “rugby” se multiplica  durante horas. Así que, versadas durante tanto tiempo en este deporte, ¡hemos decidido ponernos bucales, tacos y algunas, casco, y con un polvorón que ha hecho a la sazón de balón, hemos  chocado unas contra otras, la melé, la touche, placado y ensayado! Claro que ha habido alguna lesión, pero nada que no se arregle con un poco de mantequilla aquí, un pegotillo de miel allá, ¡cosas del rugby!

martes, 25 de octubre de 2011

día 9 - Abraham Galleta Linclon

Como prometí, de cuando en cuando ilustraros sobre los personajes de relevancia histórica galletil, ahí va otra de mis humildes aportaciones:

Abraham Galleta Linclon fue el decimosexto presidente de los Estados Unidos Galleteros y el primero por el Partido Republicano Galletil. ( He oído que ha habido un CLON humano con nombre y aspecto similar).

Como un fuerte oponente de la expansión de la esclavitud  de las galletas osuras , Galleta Linclon ganó la nominación del Partido Republicano en 1860 y fue elegido presidente a finales de ese año.

No sólo para las galletas americanas constituye un personaje histórico, político y social de primera línea, sino para el resto de la geografía mundial galletera, ¿quién no ha oído alguna vez en una lata a una galleta amonestando a otra de mantequilla con meterse con las oscuras de jengibre diciendo “¡si Galleta Linclon levantara la cabeza…!”
Abraham Galleta Linclon
Abraham Lincoln
 


martes, 18 de octubre de 2011

DÍA 8 - GRANDES MITOS DEL CINE GALLETIL


Llevaba toda la vida enamorado de ella. Cierto es que la 
vida en una lata es de unos tres meses, pero bueno, para nosotras, toda una vida. Lo veías ahí, tan hombretón, tan viril, la imagen misma del macho, pelo en pecho incluido. Al ver que su musa no le hacía ni caso, se fue armando hasta los dientes. Un día el pobrecillo lloriqueaba en una esquina de la lata. En la otra, ella, con la falda al viento, y un séquito de admiradores
piropeándola sin parar. Pero en esta lata de mitos del cine, hay uno con una sensibilidad especial. Ya harto de ver como el pobre se hundía en su soledad le dijo: “Mira Rambo, aprende de mi. Ahora lo que se lleva es el look intelectual: corbata, gafitas, traje. ¡Estás trasnochado tío! Las galletas mueren por mi. Deshazte de ese fusil. Depílate el pecho. ¡Necesitas un cambio de imagen!”. Así que, gracias a las indicaciones de Cookie Potter, Rambo se ha pasado a la lata de dermoestética. A ver si a la vuelta Marylin se digna a mirarle.

jueves, 13 de octubre de 2011

DÍA 7 - OBAMA

La Merkel está que trina. Claro, hasta ahora era la jefa total. Tenía bajo la bota incluso a Sarkozy, que ya es decir…Por supuesto estoy hablando de galletas políticas, que se empeñan en ponerse nombres humanos, para así emular a sus líderes ideológicos ( ¡qué iluminadas!).Pero, tras mucho ajetreo en la cocina, se ha abierto la lata y ahí ha aparecido. Ha sido entrar y ponerse todas a vitorearle y a decir “¡si, podemos!”. He de informarme más a fondo, pero este sujeto (Obama, me dicen que se llama) levanta pasiones. A ver si sube la moral en esta lata, que últimamente aquí nadie cree en nada.

martes, 11 de octubre de 2011

DÍA 6 - "FRIKIS"

Llevaba una temporada escuchando desde mi lata a los hijos adolescentes de la casa hablar de ciertos humanos denominados “frikis”.  Al parecer se trata de una especie que se repite en casi todos los ámbitos de personas; así pues hay compañeros frikis, niños frikis, vecinos frikis….. Pero el sentido en sí del vocablo se me escapaba; no llegaba a hacerme una idea concreta y definida, aunque sí tenía una vaga percepción. Sin embargo, esta nebulosa acerca de lo que era un “friki” se despejó el día que aparecieron tres galletas de una lata vecina ataviadas de esta guisa:

martes, 27 de septiembre de 2011

DÍA 5 - DEL INTENTO DE CONCILIACIÓN AL INDULTO


 De dulce de leche: primeras incursiones en el mundo galletil
Os estaréis preguntando a estas alturas del diario ¿qué hace una galleta escribiendo?  o, formulado de otra forma, ¿por qué la misma galleta no ha concluido su dulce existencia y por el contrario sobrevive a sus congéneres…?

Hoy me dispongo a esclarecer vuestra razonable curiosidad.

 ¡Llegó a hacer la versión  galleta de todos sus conocidos!
La madre de la familia en cuyo seno habito ( perdonad mi arrogancia, pero, creedme, la razón me asiste ) llevaba más de dos décadas trabajando como administrativa en una compañía aérea. Como madre  intentó conciliar su profesión, ejecutada hasta la fecha de forma impecable, con sus labores de educadora, cocinera, enfermera, consejera, gestora a tiempo parcial, etc de los suyos, y así lo logró durante  bastante tiempo. Pero la dicha de esta conciliación al cabo del tiempo se vería drásticamente frustrada: un nuevo jefe sin escrúpulos no supo entender que en España se lucha para que el ser-humano-mujer logre dicha conciliación. La, hasta ese momento, feliz vida laboral de la madre se trocó en penosa existencia en el trabajo encontrándose avocada a renunciar a su puesto, en aras de la salud, felicidad y equilibrio tanto de ella misma como de su núcleo familiar.

Galleta personalizada
Una vez tomada la decisión y quizá en una mezcla de enajenación mental transitoria y al mismo tiempo auto-terapia, estuvo, horas, días, semanas, meses elaborando galletas . Hacerlas obraba en la otrora administrativa aeroportuaria una suerte de alivio o cura moral, que junto con el apoyo incondicional de familia y amigos operó finalmente su curación y cicatrizó las heridas ocasionadas por su traumática marcha .

Primer plano de servidor
Es en este momento en el que entro yo en escena. La madre creó en un primer momento galletas ( no quiero ofender a ninguna hermana, conste ) llamémoslas, simplonas. Sabrosas, pero simplonas: de jengibre, de mantequilla, cookies americanas con pepitas de chocolate, con canela, para mojar en Vin Santo italiano… pero, en fín, sin personalidad alguna. Hasta que surgí yo de entre la masa: figurilla humana ( a mi esbelta figura gustan de llamar “hombre de jengibre” o gingerman), cara simpaticona, corto de vista, aire despistado… Tal satisfacción produje en la nueva y emergente madre que decidió que nadie me comiera, ¡yo iba a ser el símbolo de su resurgimiento, una especie de ave fénix de los tiempos modernos, en los que crisis económicas, injusticias sociales y jefes execrables no son suficientes para aplastar el coraje y las ganas de crecer, evolucionar y mejorar en lo que se pueda!
Por ello, y en calidad de galleta indultada, y a sabiendas de mi legendaria facilidad comunicativa, me erigí en cronista del cajón, testigo de la realidad galletera de mi era.

Servidor posando

DÍA 4 - TERROR EN EL HORNO

Homenaje a Munch
Esta noche me he despertado sudando mantequilla. Todavía tengo pesadillas, a pesar de la terapia a la que he asistido durante meses, sigo rememorando una y otra vez el espanto como si fuera ayer…

Sucedió la pasada primavera. La madre de la familia cometió el error, casi diría la estupidez, de dejar a una de sus adolescentes hijas al cuidado del horno, debiendo tan solo apagarlo en el momento preciso y sacar a las hermanas a enfriarse un rato en la bandeja, y después en la fresca y aireada rejilla.  Pues bien, como os he dicho, adolescente ella, 16 años, creo que se llama Sonia, entre llamadas de teléfono, chateos en el ordenador y mirarse al espejo, olvidó su misión….

Cuando la madre llegó, supo que algo funesto había tenido lugar en su cocina, su horno. El humo y el olor a azúcar quemado, fueron suficientes para comprender en el acto lo que allí estaba sucediendo.
Con gran apresuramiento y a riesgo de abrasarse las manos, sacó a las hermanas del horno, pero ya era tarde, en mayor o menor grado todas estaban quemadas.

Terror en el horno
Sólo el que ha estado presente ante uno de estos desdichados momentos en la vida de las galletas sabe a lo que me refiero cuando digo que el pesar de todos los del cajón, fue uno solo: galletas, magdalenas, cereales, panecillos, contuvieron la respiración consternados y a la espera de saber de alguna galleta superviviente… Pero nuestras esperanzas fueron infructuosas: todas estaban achicharradas.

Desolación, zozobra...
Fueron momentos de dolor y consternación galletil; la zozobra de la madre era auténtica y se despidió de ellas concibiendo un homenaje póstumo. Dado que estas galletas jamás podrían acabar en el paladar de nadie, nuestra mentora les inmortalizó tomando algunas fotografías de sus últimos momentos para que nadie en la casa olvidara la desdicha producida por la negligencia.




DÍA 3 - ESOS PEQUEÑOS HUMANOS

Un nuevo humano ha entrado en nuestras vidas.

Estamos todas temblando. Hasta ahora lo veíamos en brazos de su madre, cada vez que habría el cajón. Era regordete,
Seleccionando sus "víctimas"
tierno, apacible…pero esta mañana, así, de golpe y mucho antes de lo habitual, el cajón se ha abierto con gran estruendo. Su manita ha abierto todas las cajas, latas y paquetes que encontraba con gran rapidez. Todo se lo metía a la boca e igual de rápido lo escupía y tiraba a un lado. Las pobres magdalenas han tenido un triste final. Desmigajadas en mil pedazos han acabado esparcidas entre el suelo y cada rendija de la cocina.
El pequeño humano en acción


Cuando hemos visto que ese, ¿cómo llamarlo? ¿tentáculo carnoso? ¿bracito ejecutor?,  se aproximaba enérgica y decididamente hacia nosotras nos hemos puesto a temblar. Nos hubiésemos abrazado de haber sido humanas. La primera hermana que ha cogido ha sido un alegre osito de mantequilla con un lacito rojo al cuello. El pobre se ha despedido justo al entrar en su boca babosa, temiéndose ser arrojada contra el suelo como el resto. Pero, para gran regocijo de todas nosotras, las galletas
Disponiéndose a atacar de nuevo
artesanales, el pequeño humano ha comenzado a gorgojear, y entre grititos y risas se ha zampado al hermano osito en un abrir y cerrar de ojos. Tras el osito han desaparecido rápidamente en su manita y en su babeante boca un pato con calcetines y chistera, un hombrecillo de jengibre con las piernas de chocolate y una gran sonrisa y… cuando por fin!,
iba a ser yo la elegida, cuando ya estaba en su manita, deseando ser engullida con el mismo placer que lo habían sido mis hermanas…su madre me ha arrebatado de sus manos y con un “¡ni una más, que al final te vas a poner malito!”, me ha devuelto a la caja de lata y ha cerrado el cajón con fuerza. Tras esto hemos sentido un fuerte forcejeo. Parece ser que el pequeño humano se resistía y quería volver a deleitarse con nuestro exquisito gusto y textura, pero esa madre…nuestra mentora, guardia y custodia se lo ha impedido.
Único final temido por una galleta

Ahora somos un poco más felices, esperando a que nuestro pequeño nuevo humano consiga burlar la vigilancia del cajón.




DÍA 2 - EL ORIGEN: UN POCO DE HISTORIA

Lady Shortbread

Al igual que otras especies, vivas o inertes, existen variopintos tipos de galletas. Por supuesto he de descartar sin mayor dilación a las pobres hermanas industriales, su penosa existencia, tanto en su producción, como empaquetado, distribución....etc. No cuentan con mayores alegrías que el último instante en que respiran fuera de su caja, para, la mayoría de las veces, ser ahogadas en un vaso de leche... Su composisición no es más divertida: ingredientes industriales, nocivas grasas hidrogenadas, potenciadores de sabor, colorantes, conservantes con nombres robóticos ( como E-216 ). Aunque quisiera, poco más podría decir de ellas ya que yo provengo de otra estirpe: la galleta artesana. Generaciones de galletas antes que yo han gozado de reputación, interesantes vidas e inolvidables sabores.

Gallemothep IV
No es mi propósito en este blog remontarme a la época de mi primer antepasado conocido, ni detallar minuciosamente mi antiquísimo árbol genealógico galletil; baste con una brevísima reseña de algunos de mis ancestros más notables:


- Gallemothep IV ( Egipto;  392 a.d.c.), ingredientes que, como la miel y los pistachos eran obligados en su composición,  a lo largo de los siglos la galleta árabe ha seguido conservando como rasgos esenciales.
Elvis Cookie
- Lady Shortbread (Escocia, siglo XVIII), perteneciente a la rama de la familia de la galleta artesana que tradicionalmente más se ha asociado a la mantequilla.
- Elvis Cookie ( siglo XX, década de los 50), fue una galleta revolucionaria, un cambio para una nueva generación de galletas.









DÍA 1 - ARRANQUE DEL DIARIO

He decidido salir del armario. O mejor dicho dada mi condición física y espiritual, de la lata.
No me resigno a pasar el resto de mis días encerrada aquí con mis decenas de hermanas esperando mi final certero sin intentar al menos mostrar al mundo la riqueza de nuestra efímera y sabrosa vida.

Nuestro propósito: un instante de placer en el paladar
Nacemos con un propósito: agradar unos instantes en un paladar, apenas unos segundos... Que se hable de nosotras post-mortem dependerá en gran medida el tipo de vida que hayamos llevado, nuestra genética, nuestra personalidad, nuestro origen... Ni por un momento penséis en nuestro final como algo dramático; al contrario, lo deseamos ardientemente; por un segundo dejad de pensar como humanos, y empatizad conmigo: ¡sed galletas! y comprenderéis inmediatamente lo que digo.

Mi hogar
Sin embargo, sí nos importa lo que se sienta al masticarnos y especialmente el recuerdo que dejaremos para la posteridad...
Pero no quiero desvelar etapas ( esta es la última precisamente ) y sí comenzar este diario por el principio de todo.